Wednesday, May 4, 2022

 



¿Es mejor un socio capitalista o un socio gestor?


Éste es uno de los primeros interrogantes a resolver en el momento de la búsqueda de un socio que te ayude crear una empresa y desarrollar la idea que tienes en la cabeza.
Puedes crear una sociedad en la que tú acarreas la responsabilidad de la gestión, mientras que tu socio aporta sólo la financiación para poder crear el negocio.

Y en la otra forma, ambos socios tendréis la responsabilidad conjunta de gestionar la empresa, con mayor o menor poder de decisión dependiendo de los porcentajes de propiedad.
Según tu personalidad y tus habilidades deberás decantarte por una de las dos opciones. En función de si prefieres apoyo en la toma de decisiones en la organización o si tienes clara la gestión y prefieres llevarla a cabo sin interferencias de otros.

En todo caso, si decides emprender con un socio, deberá ser un socio con el que tengas mucha afinidad en las ideas de gestión, ya que de otro modo ante decisiones estratégicas o situaciones complejas podrán darse disputas de difícil solución.


 Es un hecho que, en ocasiones, no compartirán las mismas opiniones; pero de llegar el momento indicado y la oportunidad, pueden considerar vender el negocio. Hay algunos casos en los que un socio desea vender la empresa y el otro no quiere desprenderse de su “bebé” y traspasarla a sus hijos. Este es un pacto que deben hacer al inicio de la sociedad.

Existe también la posibilidad de conseguir financiación a través de otras vías que supondrán en cada caso mayor o menor implicación en la gestión. 

Pero como todo, hay ventajas y desventajas, las cuales te mencionare a continuación:
Ventajas
Poder acumular un mayor capital o una inversión mayor.
Poder combinar recursos tales como experiencia en el tipo de negocio, conocimientos sobre determinados aspectos del negocio, contactos comerciales, conocimiento del mercado, etc.
Disminución del riesgo, al ser este compartido.
Mayor capacidad para analizar y tomar decisiones.
Poder repartir funciones y tareas.
Poder compartir responsabilidades, uno no tendrá que estar pendiente de todo.
Poder complementar habilidades.
Poder contar con alguien que este tan motivado y comprometido como nosotros, y no con alguien que trabaje de acuerdo al dinero que se le pague.

Posibles problemas en la toma de decisiones, normalmente dos personas nunca piensan igual.
Tener que compartir los beneficios del negocio.
Tener que compartir el reconocimiento, en el caso de que el negocio alcance el éxito.
El otro socio podría carecer de buen juicio y tomar malas decisiones.
Posibles disputas o conflictos personales.
Posibles malentendidos.
Posibles desacuerdos.
Posibles luchas de autoridad y de poder.



La decisión de buscar y seleccionar un socio es muy personal. Algunas personas desempeñan muy bien esta función, mientras que otras no están hechas para ello. Alguien puede ser el socio ideal para un emprendedor, pero no para otro. En otras palabras, para tomar este tipo de decisiones, debes conocerte muy bien.


Estas son algunas de las preguntas que deberás hacerte. Es importante que seas honesto y sincero contigo mismo:
¿Quieres ser siempre el centro de la atención? En ese caso, selecciona un socio que prefiera estar en segundo plano.
¿Prefieres más bien actuar detrás de escena, con un bajo perfil? Te convendrá entonces buscar un socio a quien le guste llamar la atención.
¿Eres buen comunicador? En caso contrario, necesitas un socio que sea muy hábil en esto.
¿No te gustan los conflictos? Puesto que son inevitables en toda asociación, quizá te convenga más actuar por tu cuenta.
¿Quieres tener siempre el control total y decidirlo todo? En ese caso, tener un socio no sea probablemente lo mejor para ti.

El rencor, que muchas veces surge por la incompatibilidad entre los valores y éticas de trabajo, puede destruir una unión. Por lo tanto, al seleccionar un socio, piensa también en lo siguiente para evitar este problema:
¿Tienen ambos la misma visión sobre el futuro de la empresa?
¿Han llegado a un acuerdo sobre la remuneración de cada socio?
¿Tienen la misma ética de trabajo?
¿Sus estrategias de salida son compatibles?
¿Tratan a los empleados y clientes de la misma manera?
¿Hay respeto mutuo entre ustedes?
¿Tu instinto te dice que es la persona adecuada?

Es más fácil crear una unión que disolver una que no funciona bien. Por eso es muy importante establecer y aclarar, por escrito, las condiciones de la asociación. Los abogados y contadores deberían participar en la redacción del contrato. Asegúrate de que el mismo cubra los siguientes aspectos:

Inversiones financieras en el negocio.
División de las responsabilidades.
División de las ganancias.
Proceso de resolución de desacuerdos y disputas


 En resumen, las uniones y asociaciones pueden incrementar tu potencial de éxito o precipitar el fracaso de tu empresa. Toma esta decisión con detenimiento y precaución y, si optas por asociarte con otra persona, cuida muy bien la relación en todo momento.
Gracias por leer asta aquí, espero que estos consejos te ayuden.

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